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Ibermúsica adelanta su programación de la temporada 24/25 al 1 de octubre

Ibermúsica adelanta su programación de la temporada 24/25 al 1 de octubre

Ibermúsica ha adelantado con cierta sorpresa casi un mes el inicio de su temporada 2024/25, que estaba previsto para el 29 de octubre, al martes 1 de octubre a las 19:30 y lo hace a lo grande, nada menos que con la Orquesta Filarmónica de Viena, esa que, entre otras cosas, nos alegra el comienzo del año, bajo la dirección del maestro italiano Daniele Gatti. El programa, centrado en el siglo XX, estará dedicado a dos compositores clave de la época, Stravinski y Shostakovich, de quienes interpretarán el ballet Apollon Musagète ("Apolo líder de las musas") y la Sinfonía número 10, respectivamente.

El concierto en Madrid marca el regreso de la Wiener Philharmoniker a Ibermúsica, que ha visitado en otras 18 ocasiones desde su presentación en 1984 con Leonard Bernstein y hasta su más reciente visita en 2016 bajo la batuta de Andrés Orozco-Estrada. En su larga historia con Ibermúsica la legendaria agrupación ha sido dirigida por algunas de las más grandes batutas, como Claudio Abbado, Riccardo Muti, Zubin Mehta, Lorin Maazel, Seiji Ozawa o Daniel Barenboim, entre otros.

El mismo programa se presentará el miércoles 2 de octubre en el Auditorio de Zaragoza, el jueves 3 en el Palau de la Música Catalana, y unos días después en París y Saarbrücken como parte de la gira europea de la orquesta.
 

Un ballet pequeño

A principios de abril de 1927, Stravinsky recibió un encargo de la Fundación Elizabeth Sprague Coolidge de la Biblioteca del Congreso para componer una obra para un festival de música nueva que se celebraría en la biblioteca el mes de abril siguiente. La pieza iba a ser un pequeño ballet, con no más de media docena de bailarines, sobre un tema de su propia elección, que duraría aproximadamente media hora. Para Stravinsky las limitaciones de la escenografía y el número de bailarines probablemente desempeñaron un papel importante en su decisión de escribir un ballet blanco, en homenaje a la tradición del ballet clásico que tanto amaba, tan diferente de la colorida multiplicidad de escena y vestuario de sus primeros grandes ballets. Esta misma necesidad lo llevó a adoptar un tema clásico e incluso a sugerir la partitura para una sola familia orquestal.

En esta obra, Igor Stravinsky se revela en todo su genio. Entre el resplandeciente mundo de las tradiciones populares rusas y el cosmos apolíneo de la mitología griega, crea dos universos musicales radicalmente diferentes y cambiantes.

Tiempos turbulentos

Dmitri Shostakovich terminó la Sinfonía n.º 10 en 1953, en los meses posteriores a la muerte del dictador Joseph Stalin. Shostakovich tuvo una relación tumultuosa con el régimen soviético. Fue galardonado con el Premio Stalin en dos ocasiones... pero también fue denunciado públicamente en dos ocasiones. Durante el tiempo de Stalin en el poder, muchos de sus supuestos enemigos fueron desterrados a prisiones siberianas o se les hizo desaparecer en circunstancias misteriosas. De alguna manera, Shostakovich pudo sortear este momento peligroso y llegar al otro lado, aunque no sin un estrés mental importante.

Estrenada en 1953 en Leningrado, nueve meses después de la muerte de Stalin, es interpretada como un reflejo de los años del dirigente en la Unión Soviética, un régimen bajo el que el propio Shostakóvich sufrió presiones y censura y que el compositor condensa en cincuenta minutos llenos de expresividad, intensidad y una amplia gama de atmósferas que hacen de esta una de sus obras más reconocidas por su contexto y relevancia social.

"Mi objetivo era transmitir sentimientos y pasiones humanas en esta obra", dijo Shostakovich sobre su recién terminada Décima Sinfonía en 1953. Y está claro exactamente qué era lo que quería contar: Stalin había muerto, y después de que su música fuera denunciada públicamente por ser demasiado abstracta en 1948, Shostakovich finalmente había reunido el coraje para escribir otra sinfonía. Con la Décima Sinfonía, Shostakovich dejó atrás de manera efectiva sus recuerdos del gran tirano.

La Décima Sinfonía es histórica por una serie de razones, pero una de las más destacadas es el uso que Shostakovich hace de la forma sinfónica, en una época en la que muchos otros compositores occidentales la habían abandonado. La historia de Stalin es un mero punto de entrada a esta explosiva sinfonía, en la que la maestría sinfónica de Shostakovich cobra protagonismo.

Una programación excelente

Ibermúsica celebra su 55 aniversario con una de las temporadas más emocionantes y extensas de su historia, en la que ofrecerán 32 grandes citas: 24 conciertos en las series Arriaga y Barbieri, 4 nuevos recitales en la segunda edición del ciclo km0 y 4 conciertos extraordinarios: Carmina Burana con ADDA Simfònica y el Orfeón Donostiarra, 12 Chelistas de la Fil. De Berlín, Los Niños Cantores de Viena y Gustavo Dudamel con la London Symphony Orchestra.

Tras la Filarmónica de Viena el 1 de octubre, Ibermúsica recibirá a Gustavo Dudamel (que dirigirá por primera vez en su carrera la London Symphony y, además, presentará a la Orquesta Simón Bolivar), la Royal Concertgebouw de Ámsterdam, la Gewandhaus de Leipzig o la Filarmonica della Scala tampoco se perderán este aniversario, en el que también contaremos con grandes directores como Daniele Gatti, Andris Nelsons, Riccardo Chailly, Marin Alsop o Klaus Mäkelä con su esperado debut en Ibermúsica y solistas como Lisa Batiashvili, Hilary Hahn, Janine Jansen, Midori, María Dueñas, Evgeny Kissin, Javier Perianes, Lucas y Arthur Jussen o Beatrice Rana.

Abonos muy atractivos

Los abonos de Ibermúsica dan acceso a todos los conciertos de la temporada con las mejores butacas en el Auditorio Nacional de Música de Madrid. Existen varias modalidades de abono, con descuento de hasta el 30% y ventajas exclusivas. Los más habituales son sus conocidas series Arriaga y Barbieri, cada una con 12 conciertos y precios a partir de 450 euros, pero también hay abonos para siete conciertos, a partir de 277 euros o de cinco conciertos desde 183 euros. En ambos casos hay diversas ventajas adicionales, tales como 50% de descuento en la compra de entradas sueltas adicionales para 3 conciertos a elegir en los abonos de 12 conciertos, 50% de descuento en abonos para familiares de abonados menores de 26 años, descuento especial para el ciclo km0 y entradas adicionales de último minuto Para los abonos de 7 y 5 Conciertos, 40% de descuento en la compra de entradas sueltas adicionales para 2 conciertos a elegir e igualmente 50% de descuento en abonos para familiares de abonados menores de 26 años y descuento especial para el ciclo km0 y entradas adicionales de último minuto.

Más de 50 años de buena música

Ibermúsica fue fundada por Alfonso Aijón en 1970, quien se propuso traer a España las mejores agrupaciones sinfónicas del mundo. Desde entonces Ibermúsica, ha evolucionado en concordancia con los tiempos conservando la calidad artística, el rigor y la pasión por el arte y la música. La institución ha trabajado durante más de 50 años y la relación de artistas que han debutado en España de la mano de Ibermúsica es dilatadísima, gracias a la profesionalidad que ha sido consigna de esta casa. Asimismo, gracias a Ibermúsica se han estrenado en España numerosas obras de compositores tan relevantes como Stravinsky o Shostakovich.

De la mano de Llorenç Caballero, actual Director General de la compañía, Ibermúsica sigue apostando por traer a nuestro país la mejor música con los mejores directores, solistas y orquestas del mundo en Madrid.

 

Quienes estén interesados en adquirir localidades, aún hay disponibles en: www.entradasinaem.es; tel.: 902 22 49 49 o directamente en las taquillas del Auditorio Nacional de Música.
 

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